miércoles, 27 de marzo de 2024

Día Mundial del Teatro 2024

      Cosquilleo.


     Siente el autor un leve cosquilleo en la lengua, tiene mucho que decir pero solo una voz. Esas ideas, palabras, sentimientos bajan a la mano y crea, crea un coro para decir, y sale un personaje para contestar(se), y sale otro, y más, y hablan, comparten, pelean, discuten, se abrazan, reconocen, ríen, lloran y hasta mueren.


     Pero no basta con leer, hay que expandir, transmitir y que todos sean partícipes de esa fiesta. Y ese cosquilleo se traslada a los pies de quienes salen a escena para lanzar al aire las ideas, las palabras, los sentimientos que pasarán a ser emociones de una voz a emociones de unos oídos. Y se va el cosquilleo del actor, pues se siente en casa en el escenario y no hay (muchos) nervios, no tiembla el paso, no tiembla la voz. Tiembla el cuerpo del espectador, vibra, se eriza el pelo y se apagan los focos (so los hay) y se enciende el brillo en los ojos.


     Todo termina y el cosquilleo se convierte en un estruendoso aplauso de quien agradecido se ha emocionado con la escena, con las ideas, palabras, sentimientos y emociones que le han sido transmitidos. Ya sea para reflexionar o disfrutar, por placer o trabajo, este momento le habrá cambiado en algo, o no, y tendrá/querrá seguir participando de ello, tanto encima como debajo del escenario.


     Gracias por tanto, teatro. 

     Gracias por tanto teatro.




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